Una de las características de la filosofía del siglo XX, no siempre recalcada por los historiadores, es su justificada anti cartesianismo. Con excepción de buena parte de la filosofía husserliana y quizás de otra buena parte de la sartriana, el pensamiento filosófico actual desecha algunas tesis cartesianas, cuando no varias o todas, debido al encadenamiento de ellas en un sistema que pretende lograr demostraciones matemáticas, cuando superiores a estas.